31.7.08

Cárcel por agresión para tres mossos

[Artículo publicado originalmente en el diario Público]
PATRICIA HORRILLO - BARCELONA - 31/07/2008 21:49

Los agentes, que no estaban de guardia, detuvieron y golpearon a un joven


José Antonio M. fue detenido ilegalmente en una discoteca de Barcelona y, una vez en las dependencias policiales de Les Corts, golpeado por los mismos Mossos d'Esquadra que le habían arrestado. Por todo ello, la Fiscalía pide tres años y medio de prisión y nueve de inhabilitación por el delito de detención ilegal para los tres agentes, y un año más de cárcel y tres de inhabilitación, para dos de ellos por otro delito de lesiones.

Los hechos ocurrieron el 2 de junio de 2006, cuando tres agentes de la policía autonómica catalana que se encontraban fuera de servicio se vieron envueltos en una pelea con un amigo de José Antonio, en el interior de la sala Bikini de Barcelona. Cuando el joven, que luego fue detenido, intentó calmar los ánimos y apartarlos, uno de los agentes cayó al suelo, lo que produjo que la situación empeorase.

Los servicios de seguridad de la discoteca expulsaron a todos del local y, pese a haber llegado una patrulla de los Mossos, los tres agentes de paisano fueron los que detuvieron a José Antonio.

El joven fue trasladado a la comisaría de Les Corts, donde se prohibió la entrada a los amigos que querían acompañarle. Una vez allí, dos de los agentes llevaron a José Antonio al calabozo, donde le golpearon en la cara y en los costados durante unos 15 minutos.

16.7.08

18 años por matar a un bebé

[Artículo publicado originalmente en el diario Público]
PATRICIA HORRILLO - BARCELONA - 16/07/2008 21:39

El procesado agredió al hijo de su pareja porque le hizo perder una partida de la videoconsola


La Audiencia de Tarragona ha condenado a 18 años de prisión a Luigi Durán Guzmán, el joven que mató al bebé de su pareja porque le había hecho perder una partida de la Play Station al tocarle el mando. La sentencia aclara que se podría haber evitado la muerte del niño si el procesado lo hubiera atendido tras el incidente, en lugar de seguir jugando. Los hechos ocurrieron el 1 de septiembre de 2007, cuando Durán, de 19 años, se había quedado a cargo de Yomar José, el bebé de 11 meses de su compañera Yessica Helaine F. A., en su domicilio de Reus (Tarragona). Al mediodía, Durán, que había hecho otras veces de canguro, jugaba una partida del Mortal Kombat en su videoconsola cuando el bebé le hizo perder el juego. Este fue el motivo por el que Durán golpeó a Yomar José en el abdomen, en la espalda y en la cabeza, provocándole las lesiones que, más tarde, acabaron con su vida.

Enajenación mental

Tras la paliza, Durán dio un baño al bebé para espabilarlo, lo dejó en la cama arropado y, pese al llanto, continuó jugando. Cuando su pareja llegó y pidió a Durán que despertara a Yomar José para comer, el bebé no reaccionó. Aunque lo llevaron al hospital inmediatamente, no pudieron hacer nada para salvarlo. El pequeño murió como consecuencia de los golpes que le habían producido una hemorragia interna. Según los argumentos expuestos por los psiquiatras durante el juicio, el procesado no padece ninguna enfermedad mental. Y, pese a llevar jugando varias horas, el hecho de perder la partida no le pudo producir un estado de enajenación mental, como había argumentado la defensa. Un estado de esas características "no sería compatible con el hecho de que el acusado luego bañó al bebé, lo acostó y continuó jugando la partida en la videoconsola Play Station. Su comportamiento tampoco sería compatible con que luego fuera capaz de recordar lo acontecido ante la Policía", sostiene la juez que ha instruido el caso.

Una agresión cruel

Por el daño ocasionado, Durán deberá indemnizar con 95.000 euros a la madre del bebé fallecido, Yessica Helaine F. A., quien continua manteniendo una relación afectiva con el condenado, fruto de la cual nació recientemente una niña. La Fiscalía, la acusación particular y la popular, ejercida por la Generalitat, habían solicitado una pena de 24 años de prisión al considerar que el procesado fue autor de un delito de asesinato con los agravantes de parentesco y de ensañamiento. Sin embargo, la juez descarta ese último punto porque no se ha podido probar que el asesino fuera consciente o quisiera provocar un sufrimiento adicional al bebé. "No hay dudas de la crueldad de la agresión, pero no toda acción cruel permite afirmar la existencia de ensañamiento", concluye.

12.7.08

"A la derecha del padre"

Rodeados de un ambiente festivo y acompañados por música de jazz se inicia el congreso del Partit dels Socialistes (PSC) que celebra los 30 años de su fundación. El escenario de la sala pequeña del Auditori, dedicada a Oriol Martorell, será el responsable de sustentar a las grandes figuras del partido. La decoración es sobria y lo que más destaca es el número 30 de tamaño natural al fondo, junto a una bandera catalana replegada sobre sí misma. A parte del atril, una macropantalla y de algunos cubos con el logotipo del partido, sólo llama la atención un único sofá, vacío, apartado de la zona donde se situarán los socialistas, que parece esperar a alguien.

Se encienden las luces y empiezan los aplausos de bienvenida. La comitiva baja por las escaleras del patio de butacas y los flashes ciegan a todos. Las cámaras hacen su trabajo pero, sobre todo, se dirigen hacia una figura: la de Pascual Maragall. La expectativa se cumple y el ex President se reconcilia con el que fue su partido hasta el mes de octubre pasado, cuando rompió su carnet de militante. Maragall consigue atravesar la nube de periodistas y busca su sitio, que está, como no podría ser de otra manera, a la derecha de José Montilla, primer secretario de la organización socialista catalana y actual President de la Generalitat.

Fundido en oscuro y silencio. En la pantalla de tropecientas pulgadas del escenario empiezan a salir las imágenes de otra época, con los fundadores del partido. Se respira una cierta emoción al ver las patillas largas, las gafas de pasta gruesa y las grabaciones deterioradas… Han pasado 30 años. Y de las imágenes de grano grueso a los protagonistas de la historia que, entre aplausos de un auditorio al completo, salen a la palestra para recordar el pasado y bendecir el futuro.

Uno por uno, los fundadores y miembros destacados del PSC dan su personal punto de vista sobre la situación actual. De todos los discursos de este primer bloque destaca por su frescura y simpatía el de una mujer: Manuela de Madre. Son los tres minutos más amenos y emotivos, porque no hace un discurso político, sino que habla desde el corazón, y eso se nota: “Agradezco mucho que gente ordinaria, como yo, haya podido hacer algunas cosas extraordinarias”.

Otro fundido en negro y una voz en off, acompañada de imágenes en la pantalla, recuerda a todos aquellos que formaron parte de ese comienzo y que ya no están. La entrada de un niño que porta un ramo de rosas rojas y que lo deja con cuidado sobre el sofá aclara la existencia de este elemento en el escenario. La gente se emociona y todo el mundo se pone en pie y aplaude con pasión. Son sentimientos reales. Muchos de ellos conocían a los que murieron.

Llega el momento que todos esperaban. Han ido caldeando la sala cada vez que era nombrado o su imagen aparecía en la pantalla. Es en realidad, para muchos, la celebración y el homenaje a su figura. El cariño se lo transmiten los aplausos, los silbidos y un auditorio en pie, ávido de un discurso más del que fue su President. Por fin, sale al escenario Pascual Maragall.

Con su particular forma de expresarse, consigue que todos se queden prendados de sus palabras, y comienza jocoso como el abuelo que recuerda las batallitas de juventud. Resulta entrañable y divertido. Pero no todo van a ser risas de complicidad. Maragall no se fue de rositas cuando dejó la presidencia, y lleva las armas cargadas. “Yo soy todavía de los ‘Ciutadans pel Canvi’”… seguro que no todos se ríen. Para despacharse, reta al partido con los “asuntos pendientes” que debería afrontar: que el PSC recupere el grupo parlamentario propio en el Congreso y que celebre primarias dentro del partido antes que ningún otro. Sin embargo, no se va sin agradecer el apoyo que ha recibido de los ‘companys i companyas’, y afirma, en tono reconciliador: “Los años más felices de mi vida política han sido los de socialista”.

Después de la efusión para Maragall no queda entusiasmo para el señor Montilla, que consiguió aburrir en sus diez minutos de intervención a una audiencia que había estado completamente entregada a los anteriores discursos. Pero, al menos para su ego, él es el President.

11.7.08

Chomsky: "La izquierda liberal me tiene miedo"

El intelectual norteamericano participó en una entrevista con un catedrático de Ciencia Política de la Pompeu Fabra

PATRICIA HORRILLO - BARCELONA - 11/07/2008 21:08

 Con motivo de la clausura de los cursos de 2008, la Universitat Progressista d'Estiu de Catalunya emitió este viernes una entrevista al intelectual y lingüista norteamericano Noam Chomsky realizada por Vicenç Navarro, catedrático de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

En el encuentro, Chomsky manifiesta su preocupación por el control de las ideas y la alienación de la sociedad americana, cada vez más "atomizada, preocupada por aumentar el saldo de sus tarjetas, y sin acceso a ideas críticas".

Libertad y manipulación
Cuando los europeos miran hacia los Estados Unidos, afirma Navarro, ven un país al que han idealizado. "Es el más libre del mundo", dice Chomsky, "que defiende la libertad de expresión como ningún otro".

Sin embargo, esta libertad está amenazada por un poder económico que sólo se preocupa por sus intereses, constata el lingüista. "Es libre, pero es una sociedad dirigida por los negocios y con una doctrina estricta que no tolera ninguna desviación por miedo al desastre, lo que resulta muy peligroso". Lo advierte una de las voces críticas que intentan acallar, incluso, sectores progresistas porque "la izquierda liberal me tiene miedo".

La prensa europea sigue la campaña presidencial con admiración y cierta envidia. Eso sorprende a Chomsky ya que las elecciones son "un sistema de marketing que vende candidatos de la misma manera que productos". El apoyo a Barack Obama es para él un fenómeno popular basado en la imagen y en un discurso vacío que usa palabras como esperanza, cambio y unidad. "Es como una pizarra en la que se puede escribir lo que se quiera".

Los americanos quieren cambios pero el sistema no se lo permite. "Si nuestra democracia funcionara, tendríamos un sistema sanitario público desde hace décadas", concluye Chomsky.